Esta historia da a lugar en la casa de mi amigo Fabián ¡Sí! En esta casa pase por tantas cosas que podría escribir un libro y quedar material para uno próximo. Todo comenzó una tarde de un fin de semana y como de costumbre mis amigos y yo nos reuníamos para beber, charlar y jugar un poco a las cartas, todos los días siempre hacíamos lo mismo de no jugar con las cartas jugábamos con el domino y esto era día tras día. Un fin de semana como cualquier otro nos reunimos para hacer un poco más de lo mismo solo que no sabíamos que este día no sería como otro día común para nosotros.
Éramos un grupo grande pero ese día solo nos reunimos 6 de nosotros entre ellos están Jorge, Hugo (hermano de Fabián), Simón, Alexander, Adrián y por supuesto yo, debo decir que todos ellos están entre las edades de 20 y 25 años menos Adrián que es el menor del grupo. Decidimos tomar y jugar todos al domino, estuvimos así por horas mientras bebíamos y charlábamos de mil y un cosas, éramos 6 así que no todos jugábamos al mismo tiempo pero de igual forma todos disfrutávamos de la charla, no es secreto que el que más toma y lo digo por mucho es mi amigo Jorge el cual ese día no hizo la excepción, tomo y tomo hasta quedar literalmente satisfecho, ¡Sí! Se emborracho, el suele ser muy bromista estando con o sin los síntomas de la bebida, solo que estando ebrio es mucho más pesado en cuanto a sus bromas y un momento de total felicidad solo por unas palabras idiotas se convirtió en una noche que jamás olvidaremos.
Jorge insistía en hacer bromas tontas cosa normal en él, pero esa noche ya no fue una broma lo que hizo o al menos no para nosotros, estábamos en una partida de domino y para los que no conocen este juego trata sobre colocar fichas en una mesa y el primero en colocar la última ficha gana, claro todo esto es explicado a groso modo ya que se basa en equipos de dos y un equipo no puede dejar que el equipo contrario gane, bueno dicho esto Jorge tenia de pareja a Simón y yo jugaba con mi pareja de juego Adrián, el equipo de Jorge iba ganando por poco pero de igual manera iban ganando y gracias a su confianza e ignorancia comienza a balbucear cosas que no debía como “esta la gano yo”, “no hay nadie que me gane el día de hoy” “si quieres llamas a los espíritus ya que ni ellos harán que ganes”, todas y cada una de sus palabras las decía de forma pedante ya que para él ese juego estaba ganado pero lo que no sabía es que ese fue el primer error de la noche, seguimos jugando a pesar de todas las estupideces que decía Jorge, mientras tanto Hugo se encargaba de servir el trago el cual era un vaso grande como para 4 personas, el trago se me fue dado a mí y cuando me decido a beber un poco siento como mi cuerpo deja de ser el mismo, y lo que era un vaso grande ful de licor paso a ser solo un vaso grande vacío, puesto que apenas se me dio el vaso completo de ron no solo lo bebí, lo absorbí como si fuera un refresco con pitillo pero este vaso no tenía pitillo y bebí del vaso sin tener que inclinarlo, todos se quedaron paralizados después de mi acto y con una voz muy grave le digo a Jorge “¡ves mis piezas! Pues con esta voy a ganar”, Jorge ya no mostraba una cara de pedante sino una cara de duda y de pavor, seguido de esto gano la partida con la misma pieza que mostré a Jorge, pero claro este solo es el principio de todo lo ocurrido esa noche.
Termino el juego o al menos así lo decidimos, acto seguido yo me salgo del cuarto ya que no me siento nada bien, recuerdo que estaba en ese gran pasillo con poca iluminación, trato de mantenerme en pie pero necesitaba de una pared para no caerme, pensé que simplemente estaba borracho pero no, no eran los síntomas usuales que uno siente al estar ebrio, cada síntoma era indescriptible ya que mi cuerpo ardía con más frecuencia, todos los muchachos salen a ver que me estaba pasando y ahí no supe más nada de mí, para cuando desperté todos me estaban agarrando de forma muy brusca, Simón y Alexander e tenían por los pies, Jorge me tenía por el brazo derecho, y Hugo me tenía en el piso con una llave la cual no podía mover i brazo izquierdo, adrián solo me observaba con una mirada muy perdida como si no supiera que pasa realmente, les pregunto ¿que esta pasado? Y ellos solo responden ¡Tú no eres Enger! ¿Dinos quién eres? Yo sin comprender mucho ya me imaginaba que sucedía así que los mande a buscar sal y que se me diera en la lengua luego con cascarilla se me hiciera una cruz en la frente, claro ya todo lo peor había pasado, hecho esto ellos sienten una alivio de saber que era yo otra vez me llevan al cuarto pues porque no podía moverme, mi cuerpo estaba completamente agotado, luego de llevarme al cuarto me comienzan a contar lo sucedido, que poco después de caer al suelo comencé a hablar en completo inglés y reía de formas maquiavélicas, ellos me atrapan y comienzan a preguntarle por mí, también le preguntan que quien era y que quería de ellos y sea lo que sea que estuviera en mi cuerpo solo respondía con risas y muchas cosas dichas en un inglés muy complejo, de las pocas cosas que entendieron fue cuando dijo “Hoy vine por todos y cada uno de ustedes” y luego de esto decía cosas como “los matare a todos” luego reía de forma despampanante. Ellos me cometan luego de todo esto, ellos intentaban agarrarme pero sus esfuerzos eran en vano ya que a pesar de estar en el piso mi fuerza era 3 veces más que la de ellos, podía mover a Jorge con mi mano derecha como si fuera una pluma, podía levantar a Simón y Alexander los cuales me tenían agarrados en las piernas como si fueran muñecos y la peor parte se la lleva Hugo ya que mientras más hacia presión con la llave el sentía como fuertemente su pecho se trancaba lo cual después de todo esto duro con problemas para respirar durante una semana. No se cómo, no sé por qué, pero mi cuerpo llego a tener más fuerza que los cuatro juntos, Adrián el que solo observaba con un miedo increíble solo rezaba para que todo esto acabara pronto.
Todo esto da mucho que pensar y una de las cosas que debemos pensar a diario es que los espíritus también tienen su carácter y se molestan con facilidad, pero si eres una persona inexperta mi consejo para ti es nunca hagas enfadar a un espíritu, ya que ellos no saben lo que es compasión cuando se trata de pelear y así evitar que seas poseído inesperadamente.
Si te gusto esta historia o cualquiera de las historias antes escritas por mí, no dudes en comentar y compartirlas con tus amigos, aunque no lo crean eso me ayuda muchísimo para seguir escribiendo sobre estos acontecimientos, que pasen buenas noches.
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